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Sabemos que el virus responsable de la COVID-19 es un tipo de virus de los más fáciles de eliminar por su tipología, y que en condiciones de buen mantenimiento y tratamiento de las aguas de baño en piscinas, conforme al mínimo establecido en la normativa técnico sanitaria de aplicación, debería ser suficiente para inactivarlo, lo que nos indica que el principal riesgo en este tipo de instalaciones no es el agua. Además es bastante sensible (termolábil) a temperaturas muy habituales en nuestro entorno; así, y según los estudios realizados por la Sociedad Española de Sanidad Ambiental, a 22 ºC podría detectarse durante 7 días, mientras que a 37 ºC sería indetectable a los 2 días.

Como ya es sabido, el virus se transmite por contacto cercano con una persona infecciosa y al tocar superficies contaminas por estas a través de la tos y los estornudos, y a continuación tocarnos la boca, la cara….La OMS nos advierte que incluso se podrían dar transmisiones por aerosolización en espacios cerrados por partículas menores a las habituales de los espacios abiertos (mayores a 5 micras); también nos dice que no existe evidencia científica hasta la fecha de la transmisión del virus a través de las heces, a pesar de haberse encontrado el virus en heces de personas enfermas.

También nos dice la Sociedad Española de Sanidad Ambiental, según los estudios realizados, que el virus causante de esta nueva enfermedad, el SARS-CoV-2 muestra las siguientes permanencias viables:

  • No se detecta el virus después de 3 horas en superficies de papel
  • 3 horas en los aerosoles (las partículas en suspensión del aire)
  • 4 horas en cobre
  • 24 horas en cartón
  • 72 horas en plástico, entre 21-23 ºC y con un 40% de humedad relativa, hasta un máximo de 7 días en este material en condiciones menos favorables,
  • 2 a 7 días en acero inoxidable
  • De 2 a 4 días en madera, ropa o vidrio y,
  • Más de cuatro días en billetes de dinero

Por tanto, esta temporada tendremos que actuar en nuestras piscinas a dos niveles:

  1. Antes de la apertura: cumplir como siempre con la normativa técnico sanitaria de aplicación, y tener a punto y verificadas nuestras instalaciones, equipamiento de depuración y tratamiento del agua, equipamiento de renovación del aire, en su caso, actualizado nuestro protocolo de autocontrol, donde tendremos todos los procedimientos perfectamente redactados y documentados, etc. Además este año tendremos que tener, en el documento, todas las operaciones que hayamos diseñado para evitar la propagación de la COVID-19; lo podemos hacer como un anexo al documento ya elaborado. Finalmente haremos la evaluación de los riesgos y las medidas adoptadas para minimizar el impacto en la salud de los trabajadores. En esto último nos apoyaremos en el servicio de prevención de riesgos que tengamos contratado, y para el resto en nuestro servicio de consultoría técnico sanitaria y laboratorio habitual.
  • Para la apertura tenemos que tener muy claro que la distancia entre usuarios es la principal medida de prevención del contagio, lo que sumado a un correcto procedimiento de desinfección de superficies, en lo que a elementos a desinfectar, frecuencias, desinfectante a emplear, en dosis y tiempo de contacto, y a una mayor vigilancia de la calidad del agua, en lo que se refiere principalmente a la concentración de desinfectante residual y valor de pH, nos dará el éxito en la gestión de esta situación en nuestras instalaciones, garantizando la seguridad de todos nuestros usuarios.

Pero es que los usuarios de las piscinas públicas también tenemos que tener claro que esto es una lucha de todos, y que tenemos que atender a todas y cada una de las indicaciones adicionales a las habituales que nos encontraremos este año. Estas indicaciones son básicamente destinadas a recordar:

  • Nuevo aforo más limitado, el cual una vez completado no se permitirá nuevos accesos,
  • Distancias de seguridad en accesos, zonas de usuarios, aseos y vestuarios,
  • Duchas interiores clausuradas, fuera de uso,
  • Ubicación de los sistemas de desinfección de manos y equipamientos para el desecho de material contaminado,
  • Indicaciones de comportamiento social, respetando si o si las zonas delimitadas para cada usuario y/o grupo de usuarios permitidos,
  • Recomendación del lavado diario de bañadores, toallas…,
  • Recomendación del uso de gafas para el baño,
  • Prohibición del uso de fuentes públicas de agua; estas deberán estar precintadas.
  • Y aquellas otras que la autoridad sanitaria pudiera dictar de aquí en adelante.

En QUIMICA BAZA, como actividad esencial para dar cobertura a estas necesidades de las piscinas tanto públicas como privadas, mantenemos todos nuestros servicios analíticos y de consultoría a vuestra disposición, y desde hoy estamos ya a disposición de nuestros clientes habituales para programar este verano atípico, porque este virus lo paramos entre todos.